No mires afuera

¡No mires afuera!
Los anuncios publicitarios ciegan mi visión al andar: promociones, descuentos, ofertas, ideas recicladas de tiempos pasados sin ningún atisbo de originalidad.
¡No mires afuera!
Sólo existe un horizonte definido, un cielo azul artificial altamente contaminado. Todos los anuncios publicitarios ciegan mi vision al andar.
¡Tápate los oidos!
Sus mentiras ya han sido aceptadas, tus palabras son herejías: si abres la boca y hablas con convicción, acabarás el resto de tus días con un bozal y la camisa de fuerzas bien prieta.
¡Tápate los oídos!

Pon la música bien alta, al menos hasta llegar a casa. Y cuando llegues, no te olvides cambiar de canal, una y otra vez, de arriba a abajo; nada te convence, no eres tú, es el vacío complaciente de unos pocos que se han convertido en mayoría y mientras tanto, sigue perdiendo el tiempo, entretenido hasta tu muerte.

Esto no es el futuro, este no es el futuro que me vendieron, con el que soñé cuando era pequeño, no sé qué me esperaba de este mundo digital perecedero y altamente contaminante. Las máquinas han vencido, tú te has convertido en una de ellas, imperfecta y decadente, programada para obedecer, olvidar y sobretodo reproducirte y morir en agonía.

¡No mires afuera!
 Las calles están vacías de humanidad, ya no distingo al hombre de la mujer, todos me parecen iguales en idiotez, moldes materiales de escala gigantesca, cáscaras brillantes con un interior negro y nócivo, lleno de ingenuidad e ignorancia.
 ¡No mires afuera, no mires afuera!
 Tápate los oidos, cierra los ojos, vete a vivir al extranjero, alejate de la civilización, llegará un dia en que no exista ningún terreno virgen, las ciudades se exentederán alrdededor de toda la corteza del planeta. No albergo esperanzas de ningún tipo.

 Todo está fatal, fatal, fatal.

Nota: Fragmento del "Manifiesto fatalista" de los 27BIS.


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